Había amanecido un poco nublado y hacía fresco. Cogimos todos los bártulos y dimos comienzo algo más tarde de las 8:30
Salimos de Esposende por carril bici, hasta llegar nuevamente a zonas de playa con pasarelas de madera. Pero algo menos que el día anterior, nos costó bastante un tramo de camino de arena donde no se podía dar pedales e incluso se acababa en la misma playa, y toco rodar o intentarlo por ahí con las bicis. No se si el que hizo el track no sabía muy bien por donde ir, porque la verdad que en todo este tramo no nos cruzamos con nadie. Pero bueno, después de andar y andar por arenales, salimos a caminos entre huertas. Varios tractores, alguna furgoneta y muchos campesinos en la recolecta nos encontramos por aquí.
Hasta llegar a Viana Do Castelo, fuimos gran parte por carril bici paralelos al mar, y posteriormente por un camino adoquinado, donde te cansas y mucho. Pero por lo menos mejor que el arenal anterior que nos hizo perder mucho tiempo, Y no habíamos hecho ni la mitad de la ruta. Nos costó salir de esta ciudad, alguna calle por donde nos marcaba ir era prohibida y al final nos hicimos un poco de lío. Por fin conseguimos dar a la carretera adecuada para proseguir nuestro camino. Suerte que tenía carril bici en el lado izquierdo, por lo que cruzamos y fuimos por allí tranquilamente. Aunque hay que decir que los tramos en los que hemos tenido que ir en paralelo con los coches, nos han respetado bastante.
Paramos en un pueblecillo para comer algo, se nos hacía tarde y hoy tampoco llegaríamos a hora buena para comer en destino, pero sin problemas, comíamos algo y seguíamos dando pedales.
Por aquí no hay casi ninguna indicación del camino, está un poco mal en ese aspecto, porque te puedes perder con facilidad. Suerte nuestros GPS y las rutas que llevábamos marcadas.
Conseguimos llegar a Caminha antes de lo pensado, porque en todo este tramo desde Viana, al ser en asfalto pudimos adelantar bastante y tuvimos la suerte de que justo el barco para cruzar el rio Miño, iba a salir en unos minutos. Nos despedíamos de Portugal, entrábamos en España!!!!
El paseo fue fenomenal, agradecimos este parón, la brisa con el ferry en movimiento y es que estábamos agotados, ya hacía bastante calor también, y las horas se acumulaban en el cuerpo de que forma.
Al llegar, tocaba subir por carretera hasta A Guarda, La Guardia ya en territorio español, mitad de camino conseguimos subir pedaleando, pero otra parte nos bajamos de las bicis y caminamos un poco porque ya no podíamos más. Total que llegamos por fin al pueblo, con 57 kilómetros en las piernas y un largo día donde habíamos tenido de todo. Localizamos el Hotel, hicimos el check-in, las bicis las guardamos en un saloncito en la parte posterior a recepción, donde no se veía mucho movimiento, la verdad, así que os quedamos tranquilos. Subimos a la habitación para dejar las mochilas y bajamos un momento a una tienda que habíamos visto al llegar en esa misma calle, para comprarnos unas empanadas y un dulce para comer algo. Las horas que eran, pues casi que comida-merienda, jajajaja
Después de las duchas, de guardar la ropa usada y preparar la del día siguiente, poner a cargar toda la tecnología, decidimos salir a dar un paseo. Un pueblecito pesquero con mucho encanto, donde la zona de restaurantes para poder cenar se encontraba en la zona del puerto. Después de pasear por allí, hacer alguna fotillo y comparar todos los bares que había, entramos a uno y fué un gran acierto. Nos atendieron muy bien, y las raciones que comimos estaban muy muy ricas y abundantes.
Tocaba volver a la parte alta del pueblo para llegar al Hotel y descansar mucho para el día siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario