martes, 27 de noviembre de 2018

04/11/2018 EL TIEMBLO - Ruta con el Club EMTBM

Yo seguía sin mi bici, pero mi amigo me comentó que me quedara la suya que él no tenía pensamiento de salir, así que estoy muy agradecido con él por haber podido disfrutar de un par de salidas.

Hoy tocaba ruta con el Club Ciclista EMTBM, una ruta diferente nos íbamos hasta El Tiemblo para conocer el famoso Castañar. Nos juntamos bastantes compañeros, así que la ruta prometía estar muy bien. Planeamos una ruta corta, de 27 kilómetros, los cuáles se dividían a partes iguales en subida al principio y bajada al final. Estuvimos en duda de ir o no, porque a mi la espalda me estaba dando nuevamente la lata e Isabel tampoco es que se encontrara muy allá, pero bueno, finalmente nos animamos a ir.

Hay que ver lo que cuesta llegar hasta arriba, en zig zag al estilo de las zetas La Pedriza nos adentramos poco a poco en la montaña. Muy bonito el entorno y las vistas, muy agradable la compañía de todos.


Al llegar a la parte mas alta y comenzar a bajar, es cuando te adentras en El Castañar. Empieza a haber gente haciendo senderismo, disfrutando del Otoño en su máximo esplendor. Es una zona muy bonita, la recomiendo a todos los amantes de la Naturaleza.


Nos detuvimos en "El Abuelo", un castaño muy longevo punto de interés de la zona, donde nos hicimos la foto de grupo todos y estuvimos charlando un rato antes de empezar con la larga bajada.


Lo bueno de la ruta, que se sufre mucho subiendo, pero es todo por pista y no tiene ninguna dificultad técnica. Y la bajada igualmente, la hicimos por pista también para no tener complicaciones y así poder disfrutar todos.

Hay muchas combinaciones por allí para hacer, pero nosotros elegimos la más asequible para todos y así poder llegar a más compañeros de todos los niveles. Gran mañana de MTB pasamos.



28/10/2018 CIRCUITO 7 ESTRELLAS - EL PARDO

Había pasado un mes desde que vinimos del Camino de Santiago, y no había vuelto a montar. Nuevamente se fastidió el tornillo del amortiguador trasero y la tuve que dejar nuevamente para que la reparasen en garantía, así que otra vez la bici para Francia.

Suerte que un gran amigo del Club Mirabike me pudo prestar su maquina para poder salir, y este día fui a ayudar a nuestro amigo Ángel de EMTBM en las labores de mecánicos en ruta en las carreras del Circuito 7 Estrellas. Hoy estaba cerca de casa, la salida era en el barrio de Montecarmelo.


Hice el recorrido de la ruta corta, solo paré una vez para echar una mano a un ciclista que había pinchado, fue tranquila la mañana y pude disfrutar de la ruta con otros compañeros mecánicos. Este día eramos varios y así se hace más ameno.


El recorrido fue bastante entretenido, tuvimos de todo, pistas, senderos, subidas fuertes y bajadas divertidas. Estuvo chula la mañana. Y el post-ruta en la carpa de EMBTM con todos los compañeros lo mejor. Siempre es un placer poder ayudar en ésto.


Pronto termina la temporada, solo queda una, en Arroyomolinos, y allí estaré también para ayudarles.



23/09/2018 5º DIA CAMINO SANTIGO PORTUGES (CALDAS DE REIS - SANTIAGO)

Llegaba nuestro último día del Camino, nos dolía todo el cuerpo pero sacas fuerzas de donde no tienes para seguir adelante y conseguir el reto. Aquí también teníamos desayuno buffet incluido, por lo que bajamos y llenamos la tripa bien.

Comenzamos pasadas las 9:30 a dar pedales. Los caminos de hoy eran muy parecidos a los de ayer. Montaña, sube, baja, sube, baja, mas montaña, bosques, pueblecitos, peregrinos, muchos peregrinos. Muy buen rollo entre la gente, se nota que estas en los últimos momentos del camino, las caras son de mucho cansancio pero de gran satisfacción.



Y otro día de mucho calor, excesivo diría yo. Tuvimos suerte con el tiempo, aunque un poco mas de fresco no habría venido nada mal, porque sudamos en cantidad. A las dos horas de salir, paramos en un bar a nuestro almuerzo diario. Lo que solíamos comer era o un sandwich mixto cada uno o un bocadillo de bacon y queso para los dos, acompañado de un refresco para meter azúcar al cuerpo.



Proseguimos el camino, al parar vuelves a adelantar a los caminantes que ya habías pasado. Hay que ver el ritmo que llevan, cargados como mulas y en algunos tramos vamos a la misma velocidad, jajaja
Hoy se estaba convirtiendo en un infierno, las cuestas arriba eran imposibles de subir dando pedales, el cansancio acumulado de tantos kilómetros en las piernas estos días atrás, el peso de la mochila, el calor que hacía, cada vez que venía un cuestón, lo hacíamos a pata. Un día interminable, la verdad que si. Y para rematar en una cuesta arriba se me salió la cadena y no se como pero se metió entre el piñón grande y los radios y no había manera de sacarla. Unos chicos que venían en dirección contraria haciendo una rutilla de Domingo se detuvieron y entre todos conseguimos sacarla como pudimos, buf que mal rato pasé, que sudores, pensar que te quedas ahí tirado en medio del monte a saber donde, con 30 kilómetros todavía para llegar a Santiago.



Después del sufrimiento y del susto, proseguimos. Yo preocupado porque el cambio no me iba bien y no podía meter molinillo. Pero iba pensando todo el tiempo, venga que es el final, vamos que ya terminamos hoy, ánimo que estamos disfrutando de una experiencia única e irrepetible. La gente de los establecimientos es muy amable, está claro que casi todos viven de nosotros los peregrinos.



Los pueblos que atraviesas son preciosos, la tranquilidad que se respira es única. No se las paradas que pudimos hacer a lo largo del día, la de peregrinos que adelantamos y nos adelantaron como que 4 ó 5 veces a lo largo de la mañana, jajajaja

En un tramo de asfalto, pero en cuesta de las grandes, íbamos caminando y encontramos una fuente natural por la pared de la montaña. Soltamos las bicis y metimos las cabezas. Fuimos un gran espacio de tiempo sin casco, sin guantes, madre mía que calor hacía. Es que nos sobraba todo.


Vas viendo los monolitos indicando el camino y los kilómetros que quedan para llegar y no avanzas, te acabas obsesionando y la cabeza te juega malas pasadas pensando en negativo. Hay que sacar las últimas fuerzas, un último empujón para llegar.

Encima en los últimos kilómetros nos quedamos sin agua, pasamos por un par de pueblecitos pero no fuimos capaces de ver ningún establecimiento, ni nadie por la calle para preguntar. Seguimos dando pedales, bajándonos en cuesta si y cuesta también, empuja-bike en toda regla.


Llegando a Santiago, en los barrios de las afueras vimos una fuente y rellenamos los bidones de agua. Venga que ya estábamos allí, solo queda llegar al centro. Pero jolines todo cuesta arriba, no podíamos más. Entramos en un bar a tomar algo fresco, el calor era insoportable, y era muy muy tarde ya. Nos quedarían un par de kilómetros, pero no podíamos, necesitábamos ese respiro.

Una vez descansados un pelín, cogimos las bicis y seguimos hacia delante. Cuando por fin nos adentramos en el casco histórico, las callejuelas llenas de gente y por fin llegas a la Plaza del Obradoiro. Estaba llena de gente, peregrinos igual que nosotros que acababan de llegar, turistas de todas partes.



Para mi era el segundo año consecutivo que sentía la sensación de haber terminado el Camino, pero era tan buena como el año pasado. Para Isabel que era su primera vez y la primera aventura con la bici, era muy especial, se emocionó mucho y estuvimos un largo tiempo tirados en el suelo sin pensar. Solo respirando, sintiendo la satisfacción del trabajo hecho.


Cuando pudimos levantarnos, fuimos hasta el Hostal. El mismo ritual de todos los días y paseito por las callejuelas, cena, otro paseito más y a dormir!

El abrazo a Santiago se lo dimos al día siguiente, tranquilamente nos levantamos y fuimos a la Catedral a primera hora de la mañana, había muy poca gente así que tan a gusto. Dimos nuestro ultimo paseo por allí y volvimos a por las bicis y las mochilas para bajar a la estación de tren y coger el nuestro a Vigo, donde cogeríamos el coche del Parking y camino a casa.



Nuestra aventura llegaba a su fin del todo. Grandes días pasamos, bonita experiencia que estamos deseando repetir. Las cabezas ya están con el run run de que será lo siguiente que haremos.



22/09/2018 4º DIA CAMINO SANTIAGO PORTUGES (VIGO - CALDAS DE REIS)

Hoy madrugamos también, para desayunar tranquilamente y que no se nos hiciera muy tarde la llegada al siguiente hotel. Lo de desayunar tranquilos lo cumplimos, pero lo de no llegar tarde, eso fue imposible de cumplir. Señores, ésto ya es Galicia, esto ya es montaña, nos despedimos de carriles bici y pasarelas junto al mar para adentrarnos en la montaña Gallega, por lo que los caminos se encrudecen a base de bien. Encima hoy me levanté con molestias en la espalda, pensamientos tuve de tirar la toalla, pero había que seguir luchando.

Salimos de Vigo para coger la Senda del Agua, tela hasta que llegamos a la parte alta, sube sube y vuelve a subir. Empezábamos bien el día. Nos despedíamos del mar, con vistas a la ría de Vigo para adentrarnos ya en los montes.



 Nos costó llegar hasta arriba mucho tiempo, la mayoría a pata. Pero que bonito, a mi esto ya me gustaba más, la montaña en todo su esplendor. Esto si es el camino para mi. Se sufre más pero el entorno es inigualable.



Ya por aquí mucho caminante, se nota que quedan unos 100 km para llegar a Santiago, Y también nos cruzamos con varias grupetas de ciclistas, claro era Sábado y la gente de la zona sale a disfrutar de los caminos. Al terminar la senda del agua tocó bajar hasta Redondela, sin ninguna complicación, donde nos detuvimos a comer algo porque el desayuno lo teníamos hoy ya en los pies, jajajaja Así que en una terraza nos sentamos e hicimos nuestra primera parada del día.



Seguimos dando pedales, cuesta arriba para salir de este pueblo, y más cuesta arriba hasta alcanzar un descansadero donde nos mojamos las cabezas en una fuente y nos volvimos a sentar en un banco bajo la sombra de los árboles. Hacía mucho calor, el sol pegaba muy fuerte.
Continuos subes y bajas nos ponían a prueba, y sobre todo un tramo de mucha piedra grande, donde tuvimos que caminar por un tiempo.



Y un poco antes de llegar a Pontevedra nos detuvimos a comer algo nuevamente, ya se nos echaban encima los kilómetros y las horas. Aunque yo hoy me encontraba ya mucho mejor, ahora era Isabel la que más cansada estaba y a la que más la costaba seguir.



Atravesamos Pontevedra, y proseguimos el camino acompañados de muchos peregrinos, los vas adelantando sin problemas, la convivencia entre ellos y las bicis es buena, en el camino hay sitio para todos. No sabes donde estás, solo ves montaña, bosque, de vez en cuando algún pueblecito. Pero que bonito es todo, que agradecido es. Te llevas un recuerdo de paisajes que no los vas a olvidar, y eso es lo que queda finalmente. Y sobre todo la satisfacción de haberlo conseguido.



Los últimos kilómetros se hacían eternos, cuando te queda poco par el destino del día parece que no llegas nunca, pero claro que llegas, más tarde o más temprano, lo has logrado. Otros 58 kilómetros más a la saca, nuestro destino final estaba ya muy muy cerca. Lo íbamos a lograr!



Nuestro Hotel en Caldas de Reis estaba en las afueras, así que hasta allí que fuimos. No recordábamos que tenía piscina, la verdad que la temperatura era muy buena, pero ya quedaba poco sol y el agua seguro que estaba congelada porque por las noches refresca mucho. Después de guardar las bicicletas en el garaje del Hotel, subimos a la habitación y nos pensamos lo de bajar a la piscina. Y allá que fuimos. Yo no me atreví a bañarme, el agua estaba helada, metí solo las piernas que lo agradecieron mucho, eso si. Pero Isabel, después de estar merodeando por allí, se metió entera y nadó un poquito inclusive.

Era tal el desgaste físico que teníamos ya, que no salimos a ver ni el pueblo, este Hotel tenía restaurante y decidimos quedarnos en la habitación descansando y bajar a cenar ahí.


21/09/2018 3er DIA CAMINO SANTIAGO PORTUGES (A GUARDA - VIGO)

También nos entraba el desayuno en este Hotel, pero aquí no había para coger lo que querías como el día anterior. Era escoger entre tostada o croissant, y el café. También fruta había, eso si, pero nada más. Nos pusimos en marcha más tarde que el día anterior, el horario había cambiado, estábamos ya en España, por lo que amanecía mas tarde. Serían las 9:30 cuando nos pusimos en marcha hoy.


Salimos de La Guardia por carretera, donde pasados unos kilómetros comenzaba el carril bici y de caminantes. Empezamos a ver las primeras señales típicas del Camino de Santiago, por fin!!! Ya va haciendo ilusión ir viendo los kilómetros que quedan para llegar, y eso que hoy todavía eran muchos. 
Algo más de 30 kilómetros fueron por aquí, aunque continuamente, el camino oficial se va metiendo por pueblecitos para posteriormente volver a salir al carril pegado a la carretera. En varios pasamos en algunos proseguimos por el carril. Recomendable ver Oia, bonito pueblo con su monasterio frente al mar, precioso. Hicimos ahí una parada para tomar algo y coger fuerzas.



Las vistas hoy eran preciosas, ya no eran playas, pero si todo el tiempo viendo el mar con los acantilados y las pequeñas aldeas a un lado, y en el otro la montaña, el bosque. Me encantó esta etapa, muy bonita. 



Cuando llegamos a Baiona, era la hora de comer, y madre mía que todavía nos quedaban unos 20 kilómetros para llegar a Vigo, nuestra ciudad dormitorio de hoy. Hoy yo lo llevaba fatal, no podía con las piernas, me costaba dar pedales muchísimo. Isabel iba mucho mejor que yo, tiraba y me iba esperando, se habían cambiado los papeles que llevamos casi siempre que montamos en bici.



Nos sentamos en la terraza de una cafeteria, comimos por un precio muy bajo, pero a lo bestia esta gente, muchísima comida. Hay que ver lo bien que se come por el norte, aquí no pasas hambre ni por asomo. Ya con el estómago lleno, proseguimos el camino. Que cuesta arriba se me estaba haciendo el día de hoy, es que no podía mas. Pensé hasta en abandonar, que tirara ella y me viniese a buscar con el coche (que lo teníamos allí en Vigo en un parking). Pero no, con sus ánimos y al ir los dos juntos decidí proseguir, tardáramos lo que tardáramos.



Proseguimos por esa carretera, había algunos tramos en los que ya no había carril bici, el camino "oficial" por así decirlo, iba más pegado al mar entre pueblos, pero es que íbamos tan reventados que decidimos seguir por la carretera hasta Vigo. Por fín llegamos, que tela hasta que encontramos el Hostal, en todo el centro, tuvimos que atravesar todo Vigo al entrar por la otra punta. En total hoy habíamos rodado 62 kilómetros que se nos habían hecho eternos.

Aquí subimos las bicicletas a la habitación, teníamos terraza y ahí pasaron la noche. Por los precios de los alojamientos de Vigo, reservamos una pensión pero con buenos comentarios de huéspedes anteriores. Estaba en un edificio antiguo, la habitación pequeña pero con lo justo para poder descansar a gusto. 

Después de la ducha, estuvimos descansando bastante tiempo. La verdad que no nos apetecía mucho andar por ahí y solo salimos al parking donde teníamos el coche, para llevar la ropa usada en estos 3 días y coger la nueva para los 2 días siguientes. Al ser menos, conseguimos dejar todo en una sola mochila y así nos la íbamos a turnar para ir más descansados. También compramos en un supermercado algo para desayunar al día siguiente en la habitación, porque aquí no lo teníamos incluido. Volvimos a la habitación a dejar la compra y salimos a cenar a una pizzería que vimos de camino antes, que ojo como estaban las pizzas, buenísimas!!! 


20/09/2018 2º DIA CAMINO SANTIAGO PORTUGUES (ESPOSENDE - A GUARDA)

Segundo día de nuestro camino, nos entraba el desayuno en el precio del Hotel, y la verdad que no estuvo nada mal. Lo típico para servirte tu mismo, la leche, el café, zumos, bolleria, tostadas, galletas, embutido, fruta, etc... Llenamos bien el estómago que falta hacía para empezar con energía el día.
Había amanecido un poco nublado y hacía fresco. Cogimos todos los bártulos y dimos comienzo algo más tarde de las 8:30


Salimos de Esposende por carril bici, hasta llegar nuevamente a zonas de playa con pasarelas de madera. Pero algo menos que el día anterior, nos costó bastante un tramo de camino de arena donde no se podía dar pedales e incluso se acababa en la misma playa, y toco rodar o intentarlo por ahí con las bicis. No se si el que hizo el track no sabía muy bien por donde ir, porque la verdad que en todo este tramo no nos cruzamos con nadie. Pero bueno, después de andar y andar por arenales, salimos a caminos entre huertas. Varios tractores, alguna furgoneta y muchos campesinos en la recolecta nos encontramos por aquí.



Hasta llegar a Viana Do Castelo, fuimos gran parte por carril bici paralelos al mar, y posteriormente por un camino adoquinado, donde te cansas y mucho. Pero por lo menos mejor que el arenal anterior que nos hizo perder mucho tiempo, Y no habíamos hecho ni la mitad de la ruta. Nos costó salir de esta ciudad, alguna calle por donde nos marcaba ir era prohibida y al final nos hicimos un poco de lío. Por fin conseguimos dar a la carretera adecuada para proseguir nuestro camino. Suerte que tenía carril bici en el lado izquierdo, por lo que cruzamos y fuimos por allí tranquilamente. Aunque hay que decir que los tramos en los que hemos tenido que ir en paralelo con los coches, nos han respetado bastante.


Paramos en un pueblecillo para comer algo, se nos hacía tarde y hoy tampoco llegaríamos a hora buena para comer en destino, pero sin problemas, comíamos algo y seguíamos dando pedales. 
Por aquí no hay casi ninguna indicación del camino, está un poco mal en ese aspecto, porque te puedes perder con facilidad. Suerte nuestros GPS y las rutas que llevábamos marcadas. 
Conseguimos llegar a Caminha antes de lo pensado, porque en todo este tramo desde Viana, al ser en asfalto pudimos adelantar bastante y tuvimos la suerte de que justo el barco para cruzar el rio Miño, iba a salir en unos minutos. Nos despedíamos de Portugal, entrábamos en España!!!!


El paseo fue fenomenal, agradecimos este parón, la brisa con el ferry en movimiento y es que estábamos agotados, ya hacía bastante calor también, y las horas se acumulaban en el cuerpo de que forma.



Al llegar, tocaba subir por carretera hasta A Guarda, La Guardia ya en territorio español, mitad de camino conseguimos subir pedaleando, pero otra parte nos bajamos de las bicis y caminamos un poco porque ya no podíamos más. Total que llegamos por fin al pueblo, con 57 kilómetros en las piernas y un largo día donde habíamos tenido de todo. Localizamos el Hotel, hicimos el check-in, las bicis las guardamos en un saloncito en la parte posterior a recepción, donde no se veía mucho movimiento, la verdad, así que os quedamos tranquilos. Subimos a la habitación para dejar las mochilas y bajamos un momento a una tienda que habíamos visto al llegar en esa misma calle, para comprarnos unas empanadas y un dulce para comer algo. Las horas que eran, pues casi que comida-merienda, jajajaja

Después de las duchas, de guardar la ropa usada y preparar la del día siguiente, poner a cargar toda la tecnología, decidimos salir a dar un paseo. Un pueblecito pesquero con mucho encanto, donde la zona de restaurantes para poder cenar se encontraba en la zona del puerto. Después de pasear por allí, hacer alguna fotillo y comparar todos los bares que había, entramos a uno y fué un gran acierto. Nos atendieron muy bien, y las raciones que comimos estaban muy muy ricas y abundantes.



Tocaba volver a la parte alta del pueblo para llegar al Hotel y descansar mucho para el día siguiente.