Hasta el día anterior no teníamos claro si íbamos a dar pedales o no, mucha lluvia durante toda la semana, hicieron que el recorrido llegase a estar muy embarrado, y aunque la organización "supuestamente" iba a evitar los puntos más conflictivos, teníamos miedo de sufrir demasiado.
Pero no podíamos echarnos para atrás, fué Isabel la que me animó finalmente a echar las bicis al coche y a darlo todo, a nuestro aire lo conseguiríamos, y así fue.
Los primeros kilómetros fueron los peores, la zona mas peligrosa, con barro arcilloso, donde tuvimos que extremar mucho la precaución y cruzar 3 riachuelos, unos mas grandes que otros. La verdad que fué divertido, aunque perdiéramos mucho tiempo en esa zona.
Luego, pasando el pueblo de Ribota, empezaron las pistas mas asentadas, y las primeras cuestas. Pero unos paisajes muy bonitos.
Pero al pasar el segundo avituallamiento, empezó el calvario de verdad. Fueron 3 kilometros de empuja-bike, por un sendero de pedruscos y raices, cuesta arriba con una gran inclinación, que no lo subían montados en la bici ni los pro, vamos imposible!! Aquello fué un caos, todos en fila india, maldiciendo, parando a cada metro por el cansancio. Reventados es poco.
Por fin llegamos arriba, a la Ermita de Hontanares, y empezó el ansiado descenso entre bosques. Una maravilla para la vista.
Fuimos juntos todo el tiempo, disfrutando del paisaje, dándonos animo mutuamente, y estoy super feliz de haber visto a Isabel luchar como luchó para conseguir lo que se había propuesto.
Su primer reto, conseguido!!!!!! Enhorabuena!!!!!!