Se decidió hacer en Sotillo de La Adrada, un pueblo de Ávila pero a 1:15 h de Madrid. Por hacer algo diferente, y conocer sitios nuevos. Gracias a un socio que conoce bien la zona, se prepararon dos rutas, una corta de 25km y otra larga de 40km, para así poder disfrutar los menos y más preparados, por decirlo de alguna manera.
Finalmente nos juntamos 13 personas, socios del Club y alumnos de la Escuela, para pasar una buena mañana de MTB y risas en la posterior comida todos juntos.
Finalmente fueron 6 para la ruta larga y 7 para la ruta corta, yo entre ellos. Por las malas sensaciones de los últimos días con la bici no podía arriesgar a meterme en más kilómetros.
Pues nuestra ruta comenzó, saliendo del pueblo por una pista ancha, hasta adentrarnos en el monte por caminos más molones. Empezamos bajando, por divertidos caminos, sin ninguna dificultad técnica, algún reguerillo o piedra totalmente salvable.
Además la mañana acompañaba, porque el sol lucía plenamente y no pasamos nada de frío. En cuanto empiezas a pedalear, el cuerpo se calienta, jijijji
Nuestra primera parada fué en un pequeño puente sobre un arroyo, donde estuvimos parados al solecito charlando un buen rato. Era una ruta para disfrutar de los paisajes y de la compañía.
Proseguimos nuestro camino, y tuvimos un pequeño susto protagonizado por una vaca "perdida". Pasamos por un prado donde había muchas de ellas, y unos metros más adelante nos encontramos con una que venía andando en nuestra dirección por el camino. Pero cuando pasamos, se dió la vuelta y comenzó a seguirnos trotando, jajajaja Ahora me rio, pero aquello parecía un encierro de San Fermin. De todas formas, se detuvo pronto y prosiguió caminando detrás nuestra, pero no en modo amenazante como parecía en un principio. La pobre no sabía para donde tirar, estaba mas perdida .......
Seguimos pedaleando por bonitos caminos, disfrutando a tope de la naturaleza, hasta llegar a La Adrada, donde subimos a su castillo y hacer la siguiente parada para tomar algo (era el ecuador de la ruta). Bonito castillo, muy bien conservado y con vistas hacía el pueblo y las montañas. Un buen descubrimiento en esta ruta tan molona.
Después de investigar por dentro del castillo y comer algo, volvimos a bajar para tomar nuevamente el camino que nos llevaría de vuelta para Sotillo de La Adrada.
Ahora picaba un poco hacía arriba, porque lo que nos había tocado bajar al principio, tocaba subirlo ahora, jijiji Pero todo el tiempo en un falso llano muy bien llevable, con pequeños tramos donde había que esforzarse un poquito más, pero que todos lo disfrutamos a tope.
Yo iba contento, mi espalda hoy estaba perfecta, ninguna molestia y me encontraba muy cómodo.
Fué una buena mañana de MTB, los paisajes acompañaron en todo momento, el día que nos hizo fué espectacular.