La etapa de hoy era un continuo sube y baja, como la parte final del día anterior. Un auténtico rompe piernas, con algunas subidas que quitaban el hipo. Y los pueblos siguen siendo de cuento.
Isabel me estaba esperando en Arzua, en el kilómetro 15 de la ruta, Como llevaba mucho frío de la humedad que había, me tomé con ella un café calentito y la dije que no me esperara en ningún otro punto, que tirara para Santiago ella.
Me paré a comerme unas castañas asadas mas adelante, me encantan, y aquí con todos los castaños que hay, no me podía ir sin probarlas.
Me encontré con paisajes fantásticos, rodeado de árboles, entre bosques, plena naturaleza, una gozada. Se sufre mucho, pero merece la pena. Te llevas un recuerdo muy bueno de lo vivido, de lo visto.
El camino iba mucho tiempo paralelo a una carretera, y la cruzamos unas cuantas veces para ir cogiendo diferentes caminos. Una de esas veces, no me dí cuenta y seguí por la carretera y al final me perdí un poco, no ví el camino a seguir y me hice un tramo por la carretera. Justo una de las subidas más fuertes, llegando al aeropuerto. Ahí al llegar a una glorieta, me volví a meter al camino, por suerte había acceso a él y no me tocó retroceder para buscarlo.
Y cuando me quedaban 8 kilómetros, me vino un bajón considerable. Una pájara en toda regla, no se si de los nervios de haberme perdido, de lo poco que me quedaba por llegar, de ir con la chaqueta cuando ya había salido el sol y hacía calor, un poco de todo. Me tuve que meter a un bar, me tomé 2 coca colas y un café solo y parece que me recuperé bastante. Así que seguí mi camino.
Y por fin, llegué a Santiago, te encuentras con mucha gente, ya no ves ni las señales, vas siguiendo donde va todo el mundo, jijijiji Y allí estaba Isabel esperándome, antes de entrar a la Plaza del Obradoiro. No sabía si llorar, si reir, si tirar la bici a tomar vientos, si tirarme yo al suelo.........
Había llegado, lo había conseguido. Se te olvidan todos los males cuando entras ahí, ves a más peregrinos como tu, todos con cara de felicidad, cansancio, satisfacción. Que subidón!!!!!!
Y si, al final me tiré al suelo, jajajaja Lo hace mucha gente, y no me extraña.
Pues hasta aquí os puedo contar, amigos.
Una experiencia que me ha gustado mucho, aunque he pasado momentos muy duros, pero lo recomiendo a todos. Eso si, hay que prepararse bien, porque a mi me ha faltado eso, una mejor preparación para no sufrir tanto, y quizás hacer una etapa más para hacer menos kilómetros cada día. Y eso que yo no llevaba alforjas, porque entonces no creo que hubiese podido, buffff
No se, ya lo plantearé de otra forma cuando lo vuelva a repetir, que estoy completamente seguro de que lo haré.
Desde aquí agradecer los ánimos recibidos, y dar las gracias por seguirme y leerme.
Hasta pronto